PEÑISCOLA-PINTURA-FARO-PANORAMICAS-ATARDECER-MAR-PAISAJES-MARINEROS-CASTILLO-CASAS-CUADROS-PINTOR-ERNEST DESCALS
PEÑISCOLA-PINTURA-FARO-PANORAMICAS-ATARDECER-MAR-PAISAJES-MARINEROS-CASTILLO-CASAS-CUADROS-PINTOR-ERNEST DESCALS
PEÑISCOLA-PINTURA-CASAS-PAISAJES-PLASTICA-DETALLES-CUADROS-PINTOR-ERNEST DESCALS
PEÑISCOLA-PINTURA-ROMPEOLAS-PAISAJES-ATARDECER-DETALLES-PINTURAS-PINTOR-ERNEST DESCALS
PEÑISCOLA-PINTURA-FARO-PANORAMICAS-ATARDECER-MAR-PAISAJES-MARINEROS-CASTILLO-CASAS-CUADROS-PINTOR-ERNEST DESCALS
En mi costumbre de pintar los paisajes en el atardecer, cada uno tiene sus preferencias personales, en los atardeceres encuentro el espíritu volador de cada lugar, magia escénica que hay que traducir bajo los parámetros de la plástica, cuando el sol empieza su marcha suave para dejar espacio a las horas de la noche, es en estos momentos en los que quiero plasmar un paisaje determinado, entre contrastes y colores que se funden creo hallar un espacio temporal que conecta con mi interior. He pintado muchas obras sobre PEÑISCOLA, pero es la primera ocasión en que lo hago desde las alturas del castillo, nubes amarillentas por la inclinación de la luz solar que obtiene una espcial vibración en el cielo que aún nos alumbra, debajo el conjunto de casas que toman preciosas tonalidades junto al faro, al fondo y penetrando en el mar, vemos el rompeolas y el pequeño faro del puerto. Pintura al óleo sobre lienzo de 73 x 92 centímetros.
PEÑISCOLA-PINTURA-CASAS-PAISAJES-PLASTICA-DETALLES-CUADROS-PINTOR-ERNEST DESCALS
PEÑISCOLA-PINTURA-ROMPEOLAS-PAISAJES-ATARDECER-DETALLES-PINTURAS-PINTOR-ERNEST DESCALS
PEÑISCOLA-PINTURA-FARO-PANORAMICAS-ATARDECER-MAR-PAISAJES-MARINEROS-CASTILLO-CASAS-CUADROS-PINTOR-ERNEST DESCALS
En mi costumbre de pintar los paisajes en el atardecer, cada uno tiene sus preferencias personales, en los atardeceres encuentro el espíritu volador de cada lugar, magia escénica que hay que traducir bajo los parámetros de la plástica, cuando el sol empieza su marcha suave para dejar espacio a las horas de la noche, es en estos momentos en los que quiero plasmar un paisaje determinado, entre contrastes y colores que se funden creo hallar un espacio temporal que conecta con mi interior. He pintado muchas obras sobre PEÑISCOLA, pero es la primera ocasión en que lo hago desde las alturas del castillo, nubes amarillentas por la inclinación de la luz solar que obtiene una espcial vibración en el cielo que aún nos alumbra, debajo el conjunto de casas que toman preciosas tonalidades junto al faro, al fondo y penetrando en el mar, vemos el rompeolas y el pequeño faro del puerto. Pintura al óleo sobre lienzo de 73 x 92 centímetros.
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