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Participo en tan pocos concursos de pintura que puedo hacer como una pequeña crónica de cada uno, creo es algo normal después de haber participado mucho y ganado los premios también, llega un momento en la vida del artista que se prefiere vivir en la propia torre de marfil o como anacoreta apartado del mundo, la labor del Arte tiene que pasar por todos los estadios, y ahora me dedico solamente  a pintar todo el tiempo que puedo, alguna vez muy ocasional decido mandar mis obras a algún concurso que me cae bien o que me hace sentir motivado para ello. En este caso ha sido los PREMIOS EJERCITO DEL AIRE, un certamen en que ya he obtenido muchas distinciones, al ver que se dedicaba la presente edición al PLUS ULTRA y a la historia de la aviación en España, me sentí predispuesto, con el resultado de que mi cuadro de gran formato, 114 x 146 centímetros, ha logrado estar entre los seleccionados, algo muy difícil si tenemos en cuenta la masiva cantidad de obras presentadas. Con el título de PLUS ULTRA LLEGANDO A BUENOS AIRES, he trabajado las calidades plásticas y atmosféricas, lo habitual en mí,  con los silos del puerto en Argentina y el avión a punto de aterrizar en su vuelo transatlántico. Se percibe que los jurados de este concurso de pintura son más abiertos en sus tendencias que en el anterior de los Premios Virgen del Carmen, más anclados en un pasado imperfecto eterno. Del veredicto no hablo, pero se nota que los acuarelistas estaban infiltrados en el jurado, los dos premios fueron a manos de otros dos acuarelistas, anécdotas varias forman de los entresijos de cada convocatoria, por mi parte estoy contento, ellos ya tienen cuadros míos, y esas cosas pesan mucho.